Sí gracias, muchas gracias a todas esas personas que me dijeron que no podía, a todos los que me han humillado muchas veces, quien me haya fallado una y otra vez, los que nunca han confiado en mí, a todo aquel que me haya mentido, quien me ha juzgado sin conocerme, todos los que hablan y hablan sin saber, los que se creen todo lo que oyen, a todos los que han insultado a mi gente y a mí, a los que van de amigos y no lo son, aquellos que tienen doble personalidad, a la gente te quiere solo por el interés, y en definitiva, a todos los que me han hecho caer una y otra vez. Gracias a vosotros he aprendido de mis errores, a no tropezar mil veces en la misma piedra, a creer en mi misma, a olvidarme de las opiniones ajenas, a entender un poco más la vida y a darme de cuenta de que el para siempre no existe, que si quieres algo bien hecho lo hagas tú mismo, que después de la tormenta viene la calma y que sobretodo, lo que no te mata TE HACE MÁS FUERTE. ¡GRACIAS! Y como un sabio me dijo:
Quizá es mi culpa que no visteis que el fracaso me dio fuerza, que mi dolor es mi motivación.
Quizá es mi culpa que no visteis que el fracaso me dio fuerza, que mi dolor es mi motivación.
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