Nadie dijo que fuera fácil,pero me gustan los retos.

Nadie nos dijo que vivir era tarea fácil, que amar también implica sufrir, que toda conquista implica una pérdida, que la verdad no siempre prevalece, que cada uno aprende de sus errores.
Nadie nos dijo que debíamos empezar de cero muchas veces, que la vida es un riesgo y que eso también implica perder. Nadie nos enseñó que la ley y la justicia no son lo mismo, que morimos desde el momento que nacemos, que todas las cosas que arrastramos nos impiden ser...
Pero aprendimos a querer a los demás por lo que son y no por lo que tienen, a entender que lo fácil es caer y lo dificil levantarse, aprendimos a respetar las decisiones ajenas aunque las consideremos equivocadas, a enterder que no éramos perfectos y que nuestra verdad no era la única, aprendimos a amar sin esperar, a dar por la satisfección de compartir, a comprender en lugar de juzgar... y sobre todo aprendimos a disfrutar de la vida a pesar de todas las preguntas sin respuesta. Aprendimos a vivir viviendo, a ganar perdiendo, a ser sintiendo, porque nuestra voluntad es la fuerza que nos ayuda, día a día, a transformar las adversidades en retos.