miércoles, 16 de noviembre de 2011

K

Necesitas esa pequeña parte que no va contigo para seguir. La confianza de alguien que conoces poco. Saber más y ver lo poco que sabes. El dolor que te demuestra que aún sigues vivo. Temblar muchas veces. Sonreír con breves palabras. El sentimiento, ahí dentro, que se mueve raro cuando piensas en determinadas cosas y momentos. Y te das cuenta de que, aunque no quieras, ese sentimiento que tanto puede avergonzarte está llegando a ti, te envuelve y te empapa con una sonrisa, un escalofrío, te hace cerrar los ojos y respirar más pausado.
Y no, ya no hay vuelta atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario