lunes, 14 de noviembre de 2011

Nos sobra presente,pero nos faltan muchas cosas.

He visto dos minutos volverse eternos , y un año desaparecer en segundos. El mundo está lleno de normas, de prohibiciones, de acciones que están moralmente mal vistas , de obligaciones que nos aburren, responsabilidades que nos fastidian y nos gustaría no tener, y que nos impiden hacer lo que realmente nos gustaría. Vivimos con el miedo continuo del “que dirán” y por eso muchas veces no nos atrevemos a hacer lo que nos apetece, porque hagas lo que hagas siempre habrá alguien que te critique. Un día quieres salir de tu vida, y te das cuenta, de que no has llegado ni a entrar. Somos esa generación que se lamenta por el fracaso de lo que vendria a ser lo ideal. Aquellos que se perdieron en mundos ficiticios para olvidar su realidad. Se puede ser brillante sin tener ni idea de la realidad. Somos la generación que lucha escuchando rap en los parques y regalando besos inservibles en portales. A los que no les aburrirá un domingo. Somos la generación de las ganas de marihuana en septiembre y de la paz en diciembre. La generación de los indignados, de los parados, de los que reclaman futuro y dinero, mientras nos lo bebemos en botellones.Al fin y al cabo somos lo que un día fuimos. Y nos han etiquetado ya como la generación perdida...

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