miércoles, 7 de diciembre de 2011

Vuelves a ser la misma de antes.

Joder, yo te lo noto muchísimo. Vuelves a las andadas de nuevo. Otra vez eres la chica que se abraza a una botella de Barceló, a las noches de fiesta y a cualquier ritmo asqueroso que se pueda bailar. Vuelves de nuevo a ser ese huracán de emociones fuertes, la fiera de la luna, la que no se comprende ni a sí misma. La que ha dejado de darle vueltas a la cabeza y ya no toma helados de brauni. Aquella que se salta las reglas, no espera a nadie y elimina hora de su vocabulario. Eres de nuevo esa chica que llega cuando amanece a casa, con los tacones en la mano, sin maquillaje, con las medias rotas a mordiscos y buscando una cama. Eres la que de nuevo necesita dos chupitos para acercarte a mi y dejarte llevar, la que va a doscientos kilómetros por la vida.
Me gustabas más antes, ya no eres tú. Aunque vuelvas a las andadas, a aparentar ser esa chica a la que nada le afecta, a la que nadie es capaz de parar, sé que sigues estando ahí. Sé que sigues queriéndome y evitando que te haga daño.
Aún que ahogues las penas en alcohol y las frustraciones con cualquier chico, todo sigue ahí, preparándose para el choque que te romperá el corazón, para la explosión de ganas de ser tú.
Sé que intentas olvidarme, pero hazme caso, yo también lo intenté y no funciona.
Déjate de gilipolleces y besémonos de una puta vez, que ya hemos hecho mucho el tonto.

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